ES LAMENTABLE QUE SE SUBLEVARAN CONTRA EL GOBIERNO LEGÍTIMO DE LA REPÚBLICA...
"Es lamentable que se sublevaran contra el gobierno legítimo de la República la aristocracia, la gran propiedad rústica, el capital, buena parte de los profesionales del Estado y casi completos los cuadros de mando del Ejército y la Marina, es decir, todas aquellas clases que debía al pueblo el buen ejemplo de actamiento a lo legal, las mismas que habían reprimido tan enérgicamente al mismo pueblo cuando éste, con bastante más razón que ellas, se rebeló. Algunos de esos elementos eran los que, en buena teoría democrática, no se debían sublevar jamás, es decir, no eran libres para sublevarse como lo son, hasta cierto punto, los ciudadanos particulares. Pero aún es más lamentable, por las consecuencias que pueda tener en la vida espiritual española, el que la Iglesia tradicional, además de no haber hecho nada por fomentar la concordia entre los españoles (de quienes se dice "madre"), cometiese el delito en lo civil y el pecado en lo religioso de sumarse a la rebelión, y a una rebelión de este tipo. Podría alabarse la neutralidad, podría excusarse que hiciese una Iglesia Cristiana la causa de los pobres contra los ricos; pero ¡hacer la causa de los ricos contra los pobres! ¡Y en pleno siglo XX! ¡Y atropellando una "legalidad"!El pueblo no merecía esto. Fuera lo que fuese en el terreno político social, todavía guardaba en su alma una lucecita de fe que el soplo cruel de los desengaños no había llegado a apagar. En momentos de intenso anticlericalismo, unos mineros de Membibre podían poner bajo la imagen de un Cristo, con manto rojo esta inscripción: "Cristo Rojo, a Tí no te hacemos nada porque eres de los nuestros". ¿Irreverencia? No, algo mucho más profundo. Un amor, un respeto, una veneración que sobreviven al fragor de la lucha."
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