El pastor Agustín Arenales fue un sacerdote converso a la fe evangélica. Pastoreo, entre otras, la Iglesia en Córdoba y la Iglesia de San Pablo de Barcelona, ambas de la Iglesia Evangélica Española. En 1938 se refugió en México.
De su época como pastor en Córdoba, un repúblicano (1923), escribió de Agustín Arenales:
En todos los órdenes, incluso en el religioso, revelábase la inquietud de la masa social. Las filas de los protestante cordobeses nutríanse. Notábase animación en la Capilla de la calle Candelaria. El 29 de marzo de 1917 había fallecido D. Rafael Blanco, y estuvo unos meses de Evangelista D. Francisco Lobo, hasta que vino de Pastor el ex-cura párroco D. Agustín Arenales. Se condujo D. Agustín como hombre inteligente y activísimo. Fomentó la Sociedad de Jóvenes Cristianos, los cuales pasaron del número de 30. Fundó el semanario <
Si la gente de por acá no fuese incrédula en el fondo y formulariamente católica, hubiera ganado prosélitos sin número D. Agustín. Pero ¡cualquiera entusiasma a los cordobeses con sutilezas teológicas, como la de si nos basta con la Gloria y el Infierno, o necesitamos, además del Purgatorio!
En suma y para concluir este capítulo, al Mundo entero, y a España y Córdoba con él, sonreía en los finales de 1918 una Aurora de rosadas esperanzas.
Vaquero, E. Del drama de Andalucía. Recuerdos de luchas rurales y ciudadanas. Madrid, Fernando Fe, 1923
(citado por Juan Antonio Lacomba en la revista Estudios Regionales, nº 14 (1984), pp. 278-299)
Que el nacionalcatolicismo reaccionara contra el pastor Arenales era inevitable. Leed un párrafo de uno de sus artículos:
Bajo el título Intolerable osadía clerical, el pastor evangélico Agustín Arenales escribía en el mismo diario [diario El Diluvio] tres días despùés: “ Hora es ya de que esas gentes que se figuran que el mundo ha sido hecho sólo para ellos, que sólo ellos tienen la verdad y que sólo a ellos es debido todo honor y privilegio, mientras que niegan a los demás toda consideración, se les salga al paso con toda la energía que merece su obstinado afán de desplantes y de provocaciones ya imposibles de aguantar. Y que no nos vengan haciéndose las víctimas, porque aquí no hay más víctima que la religión misma, que ellos han hecho odiosa con sus exclusivismos, ni hay más perseguidos que los hombres de alto pensar y hondo sentir y sincero hablar, que tanto han sufrido por no someterse a las fanáticas exigencias del absorbente clericalismo”
(Leído en books.google.es: Església i estat durant la segona república espanyola Escrito por Francesc Vidal i Barraquer, Arxiu Vidal i Barraquer, Miquel. El libro/libros se puede adquirir enhttp://www.pamsa.cat/ )
Para ver la foto completa que encabeza la entrada que acabas de leer debes pulsar aquí. En ella aparecen José Capó, Agustín Arenales, Francisco Oviedo y Adolfo Araujo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario